El círculo kármico

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En entradas anteriores he hablado sobre lo enigmático de la muerte y en cuanto que ningún científico ha podido dar respuestas a lo que sucede después de este inevitable hecho, sin embargo, los budistas tiene todas las respuestas a eso con total certeza. Según esta filosofía de vida (vale aclarar que no son religión pues no adoran ningún dios en específico), de la muerte sigue la vida en un círculo kármico en el que reencarnaremos infinitamente hasta que logremos la iluminación parar dejar de existir en esta plano terrenal y llegar un mundo paralelo donde no rigen leyes físicas ni materiales.

El lugar al que llegan los iluminados es un lugar místico llamado shambala, según la tradición oral de oriente, el sitio se encuentra muy escondido en alguna parte de las montañas del himalaya. Muchas personas han hecho expediciones buscando el shambala, lastimosamente, nadie ha tenido éxito porque todos han terminado extraviados y algunos han muerto por las difíciles condiciones climáticas.

Todo lo anterior se resume en  que, los individuos del planeta tierra, especialmente los de occidente estamos destinados a seguir viviendo terrenamente hasta que en algún momento nos deshagamos de todos aquellos vicios que impiden nuestro propio crecimiento a nivel espiritual y hagamos un verdadero sacrificio para llegar a la iluminación. 

Lo dicho previamante puede derrumbarse para reedificarse según las creencias de cada uno llegándose a formar distintas verdades subjetivas.